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Paradigmáticas / Preparadigmáticas / A-Paradigmáticas

Señalado, en nuestro apartado anterior, el concepto de paradigma, avanzaremos un poco  más. Es evidente, en cuanto conducta de la comunidad de investigadores, que la alineación detrás de un paradigma permite actividades más dirigidas, centradas y menos esotéricas. Se obtiene mayor eficiencia en la investigación, lo que por consiguiente produce efectos en el grupo que practica en esa disciplina. Como efecto del prestigio, el paradigma produce una atracción que nuclea, haciendo desaparecer las escuelas más antiguas; se da el consenso. La conversión del investigador aumenta el coro y los adeptos. Como contracara sabemos que los "herejes" son excluidos del conjunto. Observamos, si seguimos esta concepción, que el paradigma produce aquello que llamamos alineación e instala una tendencia a la estabilidad en el campo del conocimiento del que se trate. Se entra en un período de normalización en la producción científica.

En su Posdata del año 1969, Thomás Khun, instala una interrogación para mostrar la conducta de la comunidad científica y los efectos del consenso y la comunicación entre sus miembros: ¿Qué comparten sus miembros que explique la relativa plenitud de su comunicación profesional y la relativa unanimidad de sus juicios profesionales?9. Allí sugiere el uso conceptual de "matriz disciplinaria", como elementos ordenados y diversos que requieren sus especificaciones. Jerarquiza un componente en la matriz disciplinaria que llama "generalizaciones simbólicas", es decir todo aquello que en determinado grupo científico es tomado sin disensión.

Estas generalizaciones gozan de un alto rango de formalización. Advertimos aquí que esta relativización del concepto de paradigma, como atractor, se funde en estos dos nuevos términos: matriz disciplinaria – generalizaciones simbólicas. Parece recobrar vigor el concepto de teoría.

Es evidente que en los campos disciplinarios, encontramos generalizaciones simbólicas que permiten la comunicación entre los investigadores, asimismo sabemos que cuando más se especifican y singularizan los elementos de la matriz y la generalización, se produce mayor formalización. A mayor formalización mayor consenso y alineación ,de manera de conformar la grupalidad y el intercambio.

Cuando vamos al terreno de las Ciencias Sociales, desde esta óptica, se las llama pre-paradigmáticas, y de difícil "generalización simbólica", por nuestra parte, nos inclinamos por mencionarlas como a-paradigmáticas.10 La abundancia de disenso, el peso de lo ideológico, las posiciones valorativas, la proliferación de categorías en el campo teórico con sus traducciones, importaciones, transpolaciones y forzamientos en el uso de los conceptos, singulariza tremendamente este espacio de las ciencias. Insistimos que el problema del progreso implicado en el concepto de desarrollo queda pendiente, pues nos conduce a la interrogación sobre la continuidad, la traducibilidad, y la interpretación de las categorías desde un paradigma anterior al actual, o simplemente en la coexistencia de paradigmas de baja consensualidad que friccionan. Si no hay medida, si no son comparables, se desteje lo sostenido por este autor (Khun) en cuanto que un nuevo paradigma resuelve mejor algo anterior. El interés en teorizar no se generaliza sin que antes se difundan las señales de crisis, ya sea en el modo de comprender cierto objeto (crisis en una disciplina), ya sea en el modo de lidiar incluso con lo propio cotidiano (crisis del paradigma.)

La convivencia y proliferación de teorías y paradigmas en las Ciencias Sociales desvanece el intento ideal del metro patrón en las ciencias. Siguiendo aquella línea W. Stegmüller, en una concepción estructuralista de las teorías (como intento de formalizar a T. Khun) parece dar respuesta parcial al interrogante sobre la continuidad o el corte (desarrollo y progreso), acuñando la idea de inconmensurabilidad parcial o local: hay categorías que permanecen, y otras que cambian. Para este autor hay continuidad y progreso científico en el terreno de las aplicaciones científicas, pero no así en la estructura teórica y su comprensión.

Más allá de una inconmensurabilidad general o parcial, en las Ciencias Sociales, destacamos e insistimos en la simultaneidad de teorías, con sus diferentes puntos de vista; aspecto que enfatizamos con tono positivo aún estando advertidos de las tendencias hegemónicas de algunos campos sobre otros y los problemas de incumbencias y pertenencias. Las ciencias sociales, son diferentes de las demás ciencias llamadas exactas o duras, pero, agregamos son diversas, disarmónicas y friccionantes dentro de sus propios campos. La producción de conocimientos de éstas, se da en un todo social, pero resguardando su especificidad, lo que no las hace reductible a éste.

Por su lado, el itinerario de Imre Lakatos,11 - itinerario de revitalización racionalista - nos habla de un desarrollo e historia interna de la ciencia como un modo de resguardo disociativo de las condiciones sociales. Esta corriente filosófica concibe una nueva versión del falsacionismo de Popper12 que denomina sofisticado. Formula un metacriterio para evaluar al falsacionismo, de acuerdo a la lógica del criterio popperiano de demarcación. Lakatos propuso como unidad de análisis epistemológico: "el programa de investigación científica"13 . Entiende por tal programa una secuencia de teorías que se caracterizan por exhibir una continuidad reconocible que relaciona a sus miembros y permite identificarlos como versiones modificadas de un plan inicial común. Dicha continuidad se la otorga principalmente el núcleo del programa. Un programa de investigación consta, primariamente, de dos elementos primordiales: el núcleo y el cinturón de protección. Dicho núcleo es homologado por Lakatos con la idea de paradigma de Khun. Enuncia que cada trabajo científico debe ser tomado como una estructura formada por una teoría central, infalsable, rodeada por un cinturón protector en el que se colocarán aquellas teorías previas, de menor nivel, como así también los resultados observacionales, ya sean confirmatorios o no.

Es necesario, según esta corriente, dejar funcionar el aparato así ensamblado, de tal manera que se le permita su desarrollo. "La historia de la ciencia ha sido y debe ser una historia de programas de investigación que compiten (o si se prefiere de 'paradigmas') pero no ha sido ni debe convertirse en una sucesión de periodos de ciencia normal; cuanto antes comience la competencia tanto mejor para el progreso"14 Evidentemente, de producir predicciones correctas el límite protector se acrecentará, y en caso contrario se considerará que el programa declina y podrá ser abandonado, dando paso a una nueva estructura, más progresista. Propone como lo señalamos más arriba, en un tentativa de restitución del racionalismo (fue alumno de K. Popper), a la ciencia como un sistema cerrado con leyes propias y autónomas, sistema alejado del campo social en el que se produce.

Por nuestro lado sostenemos que no es razonable esperar que la ciencia sea explicable sobre las bases de reglas metodológicas, ya que esto pasaría por alto las complejas relaciones entre lo científico y las condiciones históricas, sociales, etc. sin dejar de lado además, los callejones sin salida producto de los métodos emblemáticos y fetichizados. Parecería más ajustado pensar en una interrelación de mutua influencia, sobre la cual deberemos establecer por un lado especificidades de lo social y por otro de la producción científica en su singularidad.

En oposición al recorrido Popper-Kuhn-Lakatos acerca del desarrollo científico, nos es necesario también hacer referencia - por su posición provocadora - a la proposición de Paul K. Feyerabend. Este historiador nacido en 1924 en Viena, es quien patea el tablero -adverso tanto al inductivismo como al deductivismo- con su crítica a los métodos científicos canonizados15 y enarbola la bandera del todo vale. Amonesta a Popper y Khun sosteniendo que una critica autentica debe abordar a la racionalidad científica en sí misma, porque la evidencia histórica muestra que en la práctica los científicos no hacen lo que el formalismo lógico prescribe, en primer lugar abundan las hipótesis ad-hoc que se formulan para zurcir inconsistencias que -eufemísticamente- se denominan anomalías. La abundancia de métodos, la multiplicación de teorías, significan para Feyerabend, el anuncio de tiempos mejores. Inclusive ni siquiera pueden ser medidas las capacidades de validez de dos teorías rivales, ya que normalmente son inconmensurables en el sentido de que muchas veces son tan distintas que ni siquiera comparten enunciados singulares.16

En medio de estas confrontaciones y transformaciones, la pregunta que deberemos sostener como punzante e ineludible se refiere al progreso y los resultados de las ciencias, específicamente en cuanto a sus consecuencias en el campo social. Consecuentemente: Cuando la Ciencia adquiere una mayor capacidad para resolver sus problemas, ¿significa esto el progreso de la disciplina?, ¿Habrá alcanzado la ciencia en su acceso a la verdad un estadio jerárquicamente superior al anterior?, ¿Supondrá esto una mayor conformidad de la teoría con la realidad? ¿la "realidad" es independiente de estas teorías?.

Es allí donde el racionalista se abalanza en la afirmación y proclama progreso. Por nuestra parte, no le vemos porvenir a esa ilusión.

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Seminario 'EPIS 1' - Prof. Jorge Rodríguez Solano | 2006 - 2016 |
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URL de Origen (recibido en 16/05/2025 - 08:41): http://seminario-rs.gc-rosario.com.ar/filosofia-epsitemologia-educacion-2