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Seminario

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Amor y polaridades

Habí­amos mencionado en la reunión anterior, esta división del texto freudiano que nos proponí­a Lacan en su seminario del año 1964, nos referí­amos a: de un lado la pulsión del otro el amor.29 Es claro que, como dice Freud, el amor y el odio tienen la circunstancia de ser refractarios a ordenarse dentro de la exposición de las pulsiones, sin embargo debemos poder explorar las articulaciones posibles en los conceptos, reconociendo de inicio que el amar no puede ser concebido como una pulsión parcial. Por el contrario lo que el texto vienen a decirnos es que el amar es una aspiración a lo total, no a lo parcial, y por otro lado, desde el narcisismo, sabemos que el amor padece de la ilusión de totalidad. Freud lo dice así­.

Destinos / Vicisitudes

Examinemos, más detenidamente entonces, aquellos destinos que complican la prosecución de la pulsión en busca de su satisfacción, de su descarga. Ese apremio del Otro, esa total facilitación, ese pasaje de cantidad no detenido, no ligado, debe ser destinado. Freud señala cuatro destinos: el trastorno hacia lo contrario, la vuelta hacia la persona propia, la represión y la sublimación. En el texto de 1915 se extiende sobre los dos primeros destinos reservando para los dos últimos un tratamiento diferente19.

Pulsiones <> Amor

"La pulsión no tiene para nosotros otro alcance
que examinar lo que es la satisfacción"
Jacques Lacan
. (1)

Antecedentes del concepto pulsión en la obra freudiana, por supuesto debe ser advertidos en desarrollos anteriores a 1915, por ejemplo, en Tres ensayos6 como también en el Manuscrito E7, en donde se esboza ya la idea de una tensión sexual y de una libido psíquica. Sin embargo, nos inclinamos por hacer una operación de lectura del texto de 1915, en particular, ya que a nuestro entender presenta no pocas dificultades en el trabajo con nuestros alumnos de grado.

Pulsiones <> Amor


icono de lecturas recomendadas Trabajo que retoma lo expuesto oralmente en una clase de la materia Psicoanálisis 1 dictada por el Prof. Jorge Rodríguez Solano. La intención, es hacer una lectura del concepto de pulsión, articulando: 'Pulsiones y destinos de pulsión' (S. Freud - 1915), y el 'Seminario XI' (J.Lacan - 1964).

Imposibilidad – insatisfacción - impotencia

Freud enuncia la educación como una tarea imposible, la cual junto al gobernar y analizar, completa el trípode conceptual28. El carácter de imposible que menciona Freud deberá ser definido desde su propia obra, proponemos entonces aquí una lectura de tarea imposible como tarea no satisfactoria e inconclusa. Leemos en Freud "Hagamos aquí una pausa por un momento para asegurar al psicoanalista que tiene nuestra sincera simpatía por las exigentes demandas que ha de satisfacer al realizar sus actividades. Parece casi como si la de psicoanalista fuera la tercera de esas profesiones «imposibles» en las cuales se está de antemano seguro de que los resultados serán insatisfactorios29.

La educación. Placer y realidad

Freud, pese a su insistente advertencia acerca de distinguir al psicoanálisis de cualquier intento pedagógico o educativo, no deja de expresar en diferentes lugares de su obra las contribuciones que desde la teoría psicoanalítica se pueden hacer en cuanto a la educación. La tensión, irreductible entre lo cultural y lo pulsional del sujeto, debe considerarse un aporte significativo e ineludible a tenerse en cuenta en toda reflexión sobre el ser humano y sus encauzamientos como sujeto en lo social. La educación tiene un fuerte componente prescriptivo y disciplinante. La pedagogía destilada desde la filosofía estuvo ligada ya desde los griegos en adelante al objetivo de lograr que la gente sea como tiene que ser, deber ser que se instituía desde la filosofía.

La cuña en el pensante-ser, el Sujeto del inconsciente. Aportes desde el psicoanálisis

Desde el psicoanálisis se ha señalado, que la ciencia es la ideología de la supresión del sujeto. Sabemos que en el origen del concepto moderno de ciencia está el sujeto que inaugura Descartes. Tal fundación cumple la exigencia de instaurar para el sujeto cierta atadura en el ser, Ser de razón. Como correlato de esto, se establece cierta identidad entre pensamiento y ser: pienso luego soy (je pense donc je suis). A este enunciado el inconsciente le restituye otra dimensión de verdad: o tu no eres o tu no piensas. En efecto, la experiencia analítica demuestra que el inconsciente es un pensar sin yo, por otra parte el ello freudiano, sin ser el inconsciente muestra que hay además, un ser sin yo.

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